Nació en Guatemala, Guatemala en 1933.
Perteneciente a una brillante generación de artistas nacionales (Luis Díaz, Ramón Banús, Roberto Cabrera, Margarita Azurdia, entre otros), Abularach estudió en Pasadena en 1953, en California y más tarde en México. De 1954 a 1957 estudió en la Escuela Nacional de Artes Plásticas de la Ciudad de Guatemala mientras que realizaba investigaciones sobre el arte folclórico para la Dirección de Bellas Artes, pero es virtualmente autodidacta y en sus comienzos fue dibujante y pintor de escenas de corridas de toros.
Abularach partió en 1959 con una beca de estudios del gobierno de Guatemala a Nueva York, ciudad en la que decidió radicarse y desde donde ha realizado lo más relevante de su producción plástica. Estudió en Arts Students League y Graphic Art Center.
El realismo, en la obra de Rodolfo Abularach, constituye una auténtica experiencia humana y una manera de manifestar su yo interior. Sus concepciones básicas son testimonios que ilustran la realidad tangible del ser humano. Las obras de Abularach atravesaron una profunda transformación cuando intentó juntar los elementos del arte abstracto y del surrealismo y experimentó con texturas, como por ejemplo en dibujos sombreados hechos en lapicera y tinta, tales como "Fugitive from a Maya Lintel". Se hizo famoso a escala internacional debido a sus imágenes aumentadas del ojo humano.
En su visión de conjunto subyacen energías creadoras, que surgen como símbolo e imagen, que justifican la fe del autor por crear un orden puro y supremo. Excelente dibujante y grabador, en sus obras coinciden la técnica más firme y rigurosa cuyo oficio está al servicio de su creación. En estas últimas surge una imaginación "barroca" y un tanto agresiva. En la etapa de los "Ojos" en donde cada elemento, cada línea de gran precisión y de gran pureza de contenido crean un sentido de rara voluptuosidad y espiritualidad.
En la obra de Abularach emerge una técnica que nunca es un fin en sí misma. La creación por ciclos es una característica de este pintor. Entendemos por ello que su arte va evolucionando apoyándose en la excelente técnica de estos períodos que exponen los problemas de la vida con objetividad, como fuente y destino a un mismo tiempo Abularach basa su pintura en cierta grandeza conceptual, la basa también en la categoría de lo plástico, de la técnica, y en lo ceñido de la factura, sin que el acabado se acerque a lo objetivo como fin. Crea un realismo subjetivo y fantasmal, sobre todo en el tratamiento de la luz y sus misteriosas entonaciones. En la serie de los "Ojos" por metafísica que sea su mitología, bien sabemos que, como todas las mitologías, en ellas siempre late un poderoso sentimiento humano.
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